Sustentabilidad empresarial (Freeman & Hasnaoui, 2011) se puede definir como aquellas acciones amigables con el medio ambiente que van más allá del cumplimiento de los requisitos legales al proveer bienes públicos o internalizar externalidades negativas.

Clientes e inversionistas, además de analizar su comportamiento económico, también consideran el comportamiento social y ambiental. De esta manera las empresas se sienten obligadas a crear políticas, estrategias y programas de sustentabilidad y responsabilidad social para legitimarse como empresas responsables (Necoechea, 2019)

La firma Innovest Strategic Value Advisors publica anualmente un listado de Las 100 Empresas Globales Más Sustentables. Este informe reúne a las empresas con mejores prácticas y compromisos en materia ambiental; tales como el ahorro de energía, control de desechos, desarrollo medio ambiental, etc.

Expertos aseguran que aquellas empresas que se preocupan por el medio ambiente tienen mayores oportunidades de competir dentro del mercado, esto debido a la creciente tendencia de los consumidores por adquirir bienes con menor impacto ambiental.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos naturales a través del Programa Nacional de Auditoría Ambiental reportó que, en el 2017, de 1660 unidades económicas participantes en el programa, 977 generaron un beneficio económico en matera de sustentabilidad por 9,556 mdp.

Las auditorías ambientales hacen más eficientes los procesos productivos de la empresa, reduciendo los consumos de agua, energía y la generación de residuos.

Los empresarios coinciden en que la gestión del consumo de combustible y electricidad, así como el uso de energías renovables en sus operaciones ayuda a reducir el impacto ambiental ocasionado por el uso de energía.

La eficiencia energética es un factor para crear ventajas competitivas en todas las unidades económicas. El mercado para la innovación de tecnologías que permitan maximizar su potencial aun se encuentra en desarrollo; mientras la demanda de fuentes de energías renovables sigue en aumento.

En otro escenario, el aumento en el precio de los combustibles fósiles motiva a las empresas a focalizar esfuerzos en buscar alternativas que permitan ahorrar energía para sus procesos productivos.

Hablar de energía en nuestros días, es hablar de un factor de producción que complementa a los factores tradicionales (tierra, trabajo, capital y habilidades). Hace más eficientes los procesos, atrae inversión, genera desarrollo y crecimiento económico. En un mundo cada vez más digitalizado la energía se encuentra presente en todos los procesos de la cadena de valor de un bien.

Fuente:

Expansión. (s.f.). Empresas sustentables. Recuperado el 03 de agosto de 2019, de https://expansion.mx/manufactura/actualidad/empresas-sustentables

Necoechea Porras, D. (2019). Sustentabilidad y la gestión energética empresarial. Petróleo & Energía, 34-36.

Semarnat. (s.f.). Resultados Obtenidos (PNAA). Recuperado el 03 de agosto de 2019, de https://www.gob.mx/profepa/acciones-y-programas/resultados-obtenidos