Esto fue lo que dijo el presidente del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos de España (ICOG), Luis Suárez, respondiendo a una entrevista realizada por la BBC News (2013). Después de afirmar que la técnica de fractura hidráulica sí es compatible con la protección del medio ambiente.

La fracturación hidráulica, mejor conocida como fracking, es una técnica que permite extraer gas shale y aceite que se encuentra contenido en rocas que se encuentran en el subsuelo a profundidades de entre mil y cinco mil metros de profundidad, conocidas como lutitas.

Para extraer el gas lutitas o gas shale se requiere de la fractura de formaciones rocosas inyectando una mezcla de agua, arena y más de 750 sustancias químicas altamente tóxicas a alta presión.

De acuerdo con Arriols (2018), el gas natural se puede quemar para producir energía aprovechable para el ser humano. Es generalmente utilizado en la producción de energía eléctrica, así como el uso industrial, e incluso como combustible de vehículos terrestres. Este gas, al momento de su combustión, libera una cantidad inferior de CO2 en comparación con el petróleo y el carbón. Además de que no emite dióxido de azufre, un químico altamente contaminante causante de la lluvia ácida. Enrique Arriols también menciona en su artículo que la energía producida por el gas, aún siendo contaminante, tiene un impacto menor en el medio ambiente, por lo que puede considerarse como una energía de transición entre el petróleo y el carbón hasta la total implantación de energías limpias.

Sin embargo, durante el proceso de extracción, la emisión de CO2 es incluso mayor que en la combustión. Así como de gases de efecto invernadero, tales como el metano. Por esta razón, se requiere de las mejores prácticas operacionales, que, aunque no eliminen los riesgos, éstos pueden ser minimizados (Martins, 2013). Dentro de estas mejoras, se espera que en un futuro todos los pozos de gas natural puedan eliminar completamente las fugas de metano.

Se calcula que entre 10 y 15 millones de litros son utilizados en la fractura hidráulica, suficiente para cubrir el consumo anual de más de 1,500,000 personas. Además de que una mala implementación de los procesos ambientales, puede contaminar las fuentes de agua cercanas a los plays.

En conclusión, el fracking es una práctica peligrosa, que puede traer consigo problemas ambientales (uso excesivo del agua, contaminación, liberación de gases de efecto invernadero, etc.), que requiere llevar una operación apegada a las leyes ambientales, con un constante monitoreo de los daños que puede causas, los químicos utilizados en el proceso y el correcto tratamiento de las aguas residuales en el proceso.

El costo de producción de gas natural es inferior al de utilizar petrolíferos como el carbón y el petróleo, y puede reducir el precio de los energéticos como la electricidad y el combustible para transporte terrestre, y así, lograr la soberanía energética clave para el crecimiento económico de nuestro país.

Referencias

Agua.org. (07 de febrero de 2018). Fracking y uso del agua. Recuperado el 20 de julio de 2019, de https://agua.org.mx/actualidad/uso-del-agua-fracking/

Arriols, E. (23 de octubre de 2018). Qué es el gas natural y para qué sirve. Recuperado el 20 de julio de 2019, de Ecología Verde: https://www.ecologiaverde.com/que-es-el-gas-natural-y-para-que-sirve-1581.html#anchor_1

Martins, A. (29 de octubre de 2013). Qué es el fracking y por qué genera tantas protestas. Recuperado el 20 de julio de 2019, de BBC News: https://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/10/131017_ciencia_especial_fracking_abc_am

Redacción El Noroeste. (15 de octubre de 2015). ¿Fracking sí, fracking no? Depende. Recuperado el 20 de julio de 2019, de El Noroeste Digital: https://elnoroestedigital.com/fracking-si-fracking-no-depende/

Thomas, G. (30 de abril de 2018). ¿Qué es el gas shale o gas de lutitas? Recuperado el 20 de julio de 2019, de Oil and Gas Magazine: https://oilandgasmagazine.com.mx/2018/04/que-es-el-gas-shale-o-gas-de-lutitas/